La crónica del prestigioso diario neoyorquino señala que "cientos de periodistas dejaron sus cámaras y cuadernos de notas y se concentraron ante la fuertemente vigilada Embajada de EEUU para protestar por el fallecimiento de dos colegas muertos cuando cubrían el asalto norteamericano de Bagdad, así como para protestar por el apoyo del Gobierno a la guerra"

La inormación señala que la tristeza producida por la muerte del corresponsal de "El Mundo" Julio Anguita Parrado se transformó en rabia cuando llegó la noticia de que el cámara de Telecinco José Couso había corrido la misma suerte.

Según el relato de "New York Times", "Couso estaba filmando desde su habitación del Hotel Palestina, en dode muchos periodistas extranjeros en Bagdad tienen su base, cuando fue alcanzado por un tanque que, según el mando norteamericano habría disparado a francotiradores. Un cámra de Reuters también murió en el ataque, y tres colegas resultaron heridos".

La crónica explica que los trabajadores de los medios de comunicación que se concentraron ante la Embajada de EEUU cubrieron las lentes de sus cámaras "para simbolizar lo que muchos españoles mantienen que es una campaña americana para impedir una cobertura periodística independiente desde Bagdad".

Asimismo, la crónica relata que muchos colegas de los periodistas muertos no pudieron contener las lágrimas durante el actode protesta y que se oyeron gritos de "asesinos" y otros insultos dirigidos a la Embajada norteamericana.

Según "New York Times", el vicepresidente norteamericano Dick Cheney rechazó como "totalmente falsas" las sospechas de que los periodistas hayan sido atacados deliberadamente por el Ejército de EEUU. "Hay que ser idiota par creer eso", espetó Cheney.