Según explicó la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, en declaraciones a Onda Cero, "el análisis provisional indica que evidentemente todo apunta a que fueron a por él" y vislumbró en el asesinato "una señal clara y conocida de los terroristas". "No fue una casualidad", reiteró.

Además, aseguró que el periodo de tiempo que transcurrió en el relevo de los guardiasfue determinante para que los asesinos consiguieran su objetivo. "Si no se hubiera producido esa distancia entre el de la noche y el de la mañana las cosas habrían sido distintas", se lamentó la titular de Exteriores.

Finalmente, la ministra afirmó que la seguridad en territorio iraquí "está en permanente revisión, ampliación, apuntalamiento y evolución", si bien admitió que este tipo de sucesos "nos tienen que hacer cambiar, modificar, apuntalar y colmar todos los huecos por donde se pueda introducirel peligro".