La materia prima se transformará en un total de 8.000 toneladas de conserva de carne en su jugo, que se dispensará en botes de 1 kilo, lo que facilitará su reparto en países que no disponen de cadena de frío.

Está previsto que se necesiten 8 meses para completar el proceso de fabricación, que estará sometido a cntroles rigurosos por parte del personal técnico del FEGA, si bien a partir de diciembre habrá partidas disponibles para su distribución, que en principio ha sido solicitada para Iraq.

La operación se enmarca en el Convenio sobre Ayuda Alimentaria de las Naciones Unidas y ha sido aprobada por la Comisión Europea. Permitirá dar salida a las 17.700 toneladas de carne almacenada y congelada por el FEGA desde marzo de 2002 y que cuentan con todas las garantías de sanidad y calidad establecidas por la normtiva comunitaria.

De esta forma, además de prestar ayuda humanitaria, la Administración se ahorrará los costes de almacenamiento de esta carne, cifrados en 8 millones de euros anuales y financiados en su totalidad por los Presupuestos Generales del Estado.