Según informó la Cruz Roja en un comunicado, las consecuencias psicológicas que la uerra tiene sobre los afectados son depresión, ansiedad, estrés, pesadillas, fobias de todo tipo, desórdenes alimentarios o un miedo irracional y paralizador.

Para Christina Bitar, responsable del Programa de Apoyo Psicológico (PAP) de la Federación Internacional de Cruz Roja en Jordania, "es lógico y normal" que un conflicto bélico provoque graves consecuencias sociales y psicológicas.

En su opinión, esta situación es especialmente compleja en el caso de los niños, ya que no disponen de la capacdad necesaria para hacer frente a hechos de este tipo.

"Cuando eres adulto puedes lidiar con situaciones complejas porque tienes más experiencia y sabes, por esto mismo, que hay hechos que es casi seguro que no se volverán a repetir, como un terremoto, una guerra, etc; sin embargo, siendo niño, sufres un miedo irracional que te puede hacer revivir constantemente situaciones que te han impactado", explica.

"En el campo de refugiados de Ruwayshid (Jordania) llevamos a cabo una serie de actividades irigidas a normalizar la vida de las personas acogidas allí; en el caso de los adultos, lo fundamental es que se sientan útiles, productivos, que están haciendo algo útil", apunta Bitar.

Para los niños, se ha establecido, con el apoyo de Unicef, una gran tienda de juegos donde pueden pintar, leer, bailar y aprender canciones.