En una entrevista recogida por el diaio "El País", Powell reconoce que "a pesar de la euforia de este momento, la operación Libertad para Iraq no ha terminado. Todavía quedan por delante días difíciles en el aspecto militar", además de la tarea humanitaria.

En cuanto al futuro de este país, indica que "no nos quedaremos ni un día más de los necesarios. No tenemos ningún deseo de que haya una presencia estadounidensea largo plazo en Iraq. Queremos entregar Iraq al pueblo iraquí, pero queremos darle un Gobierno del que puedan fiarse". Insite en que "aunque estemos presentes en el país como fuerza de liberación, totalmente militar, queremos que la gente vea pronto que se va a poner en marcha un proceso político iraquí".

Para ello, "el embajador Zalmay Kalizad viajará en los próximos días para hacerse cargo de esta tarea. Trabajará con el jefe de la coalición, el general Tommy Franks, que tiene la responsabilidad del país ahora que el régimen está perdiendo el control. Intentaremos encontrar a representantes de los distintos grupos, regin por región, empezando por la zona en la que tenemos el mayor control, y la parte del país en la que la gente tiene más libertad para expresar su opinión".

"No nos olvidamos de la contribución que puede hacer la comunidad internacional para la reconstrucción y la ayuda humanitaria, además, al final, si queremos que haya el tipo de gobierno que he descrito, tendrá que contar con el respaldo internacional. Ya hemos empezado a estudiar qué resoluciones de la ONU harán falta, quizá más de una", prosigue. En este sentido, dice que nadie ha sabido "decir con exactitud a qué se referían al hablar de un papel central de Naciones Unidas, que sí tiene un papel vital", en lo relativo al respaldo a la nueva autoridad iraquó para "poder empezar a vender petróleo, llegado el momento, y garantizar la llegada continua de suministros humanitarios dentro del Programa Petróleo por Alimentos".

"Ahora bien", matiza, "la sugerencia de que ahora que la coalición ha liberado Iraq, se le dé las gracias, se aparte, y e deje que el Consejo de Seguridad se haga responsable de todo, se equivoca. Ellos (franceses, alemanes y rusos) lo saben, se lo dijimos". Esto, reconoció, volverá a acarrear "discusiones y debates" en el seno de este organismo.