Durante el debate con el jefe del Ejecutivo sobre la crisis internacional, Trías calificó de "fracaso colectivo" que tenga que recurrirse a una intervención militar en Iraq para que Sadam Husein se desarme y elimine el armamento químico y biológico.

Respaldó la tesis del secretario general de Naciones Undas de que el ataque al régimen de Sadam Husein sin el permiso del Consejo de Seguridad supone una violación de la legalidad internacional. Además, señaló que Iraq "no es el paradigma de potencia militar tras 12 años de embargo".

A su juicio, la ONU "no ampara" la tesis del Gobierno, que, junto a la de Estados Unidos y Gran Bretaña, calificó de "flaco favor" a la ONU.

"Desde China a Turquía, desde el Vaticano a Pekín, se ha dicho no a la guerra. Los Estados Unidos son más fuertes, pero toda la furza de su poder no ha podido convencer al mundo de que su causa sea justa", dijo.

NUEVO ORDEN MUNDIAL

Trías auguró también que esta nueva guerra sentará las bases de "un nuevo orden mundial en el que prevalecerá la ley del más fuerte" y no el del consenso y el del cumplimiento de las leyes internacionales.

Negó que la posición de Convergencia i Unió en la crisis internacional se deba a un interés "electoralista u oportunista". Reconoció la legitimidad del presidente del Gobierno para envíar 900soldados al Golfo Pérsico, pero apuntó que estas medidas suponen un "riesgo muy elevado" para el país.

España, según dijo, tampoco será más importante o más poderosa en el mundo por estar apoyando a la primera potencia, sino que "nos va a doler mucho" por el daño humano y el odio que generarán los bombardeos contra el pueblo iraquí.

Por su parte, Aznar agradeció el apoyo del portavoz catalán a las medidas adoptadas esta mañana por el Ejecutivo y anunciadas por el presidente en su primera intervenión en el hemiciclo del Congreso de los Diputados.

Presumió de comparecer en la Cámara Baja el mismo día en el que ha adoptado un conjunto de decisiones para participar en la intervención militar en Iraq mientras que su antecesor, Felipe González, tardó en 1991 tres meses en dar explicaciones ante todos los grupos parlamentarios.

Aznar recordó que la resolución 687 de Naciones Unidas suspendía el uso de la fuerza contra Iraq, pero no la cancelaba y, posteriormente, la resolución 1.441 amenazaba cn serias consecuencias si Sadam Husein no se desarma.

El líder de los populares reconoció los problemas de comunicación que tiene el Ejecutivo para trasladar a la ciudadanía su posición en un asunto como éste, pero matizó que trata de hacerlo lo mejor que puede y sabe.