Aznar, que clausuró unas jornadas organizadas por el Partido Popular sobre"La aportación al futuro de Europa", afirmó que las relaciones diplomáticas con Estados Unidos "no deben limitarse a uno, dos u ocho naciones". "Debe ser de todo un continente", apostilló.

El jefe del Ejecutivo considera que la colaboración con el país que preside George W. Bush es "una de las tareas más importantes" para construir la política exterior de los Quince en el nuevo siglo XXI.

"La relación atlántica es una tarea continental, es una tarea de todos", dijo. Aznar trató de explicar que, hy en día, "las islas ya no están aisladas", con la idea de que los archipiélagos británico, canario y de Azores son tan importantes como los territorios del continente.

LA VIDA SIGUE TRAS IRAQ

Sólo una "minoría muy miope" no lo quiere ver así y apuesta por relegar a un último plano la colaboración con Estados Unidos, añadió, en referencia a diversas manifestaciones del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente recalcó que "la vida sigue" después de la guerra en Irq, a pesar de que, según dijo, a algunos "radicales extremistas" les hubiera gustado que el conflicto continuase durante mucho más tiempo.

Aznar aconsejó "reforzar" el papel de la Unión Europa tras las crisis de Iraq con el argumento de que en los momentos más difíciles siempre aparecen las mejores oportunidades y apuntó al Consejo Europeo como el "vértice" sobre el que deben girar las decisiones de los Quince.

No obstante, advirtió de que es "imposible que el Consejo Europeo trabaje y funcione e las circunstancias actuales", bajo presidencias semestrales rotatorias. Aznar cree mejor una presidencia fija con mandatos de cuatro o cinco años y manteniendo el criterio de "mayoría cualificada" para adoptar decisiones.