Los servicios de Presidencia del Gobierno instalaron el pasado fin de semana un complejo sistema de comunicaciones punto a punt con Washington y Moscú, que permite al usuario hablar y ver a su interlocutor. El sistema trabaja con encriptación para evitar ser espiado.

De momento, el jefe del Ejecutivo no tiene previsto mantener hoy más contactos de alto nivel como los de la semana pasada y esperará acontecimientos en esta jornada, que, según Bush, es clave para ver si la ONU "asume su responsabilidad". No es que se tenga esperanza en que Francia anuncie que retira el veto a una segunda resolución, pero sí en que parte de los lamados países "indecisos" (México, Chile, Camerún, Angola, Pakistán y Guinea Conakry) con presencia en el Consejo de Seguridad pudieran dar su apoyo simbólico a la nueva coalición que se avecina.

A bordo del avión presidencial, de vuelta de la cumbre en las islas Azores, las fuentes informantes no pudieron dar más detalles de cuándo comenzará la guerra. Sí dejaron claro que en la cena que mantuvieron a solas, anoche, Aznar, Bush y los primeros ministros británico, Tony Blair, y portugués, Joao Durao Brroso, no se habló de peticiones militares a España.

El propio Aznar departió unos minutos con los periodistas en el vuelo de vuelta. No aclaró ninguna de las incógnitas que se abren a partir de hoy, pero sí se le pudo ver muy sonriente y preguntando por los resultados finales de la jornada de fútbol.

A preguntas de un informador sobre qué le parecían las manifestaciones masivas del pasado domingo, se limitó a recordar que congregaron a menos españoles que las del pasado 15 de febrero.

Mañan, martes, comparecerá ante el Congreso en una sesión "informativa", esto es, sin réplica a cada grupo como en el Debate sobre el Estado de la Nación. Se argumenta desde Presidencia del Gobierno que se está siguiendo el guión usado por el Ejecutivo de Felipe González en 1991, y se advierte de que, llegado el caso de decidir el envío de tropas, el Gobierno las mandaría y luego sometería su decisión a refrendo de las Cortes.

Aunque, de momento, es sólo una hipótesis sin base (se ha especulado con que se equerirá presencia de tropas y Guardia Civil sólo para la consolidación de la paz con una administración post-Sadam), el Gobierno sostiene que su decisión, sin consulta previa a las Cortes, sería completamente legal.

NO EN BERMUDAS

Fuentes oficiales que viajaban con él sí dieron más detalles de cómo se tejió la cumbre de las Azores. Tony Blair propuso el jueves que la reunión a tres se celebrara en las Bermudas, territorio de su país, a lo que España se negó.

En su lugar, Aznar propuso la base e Lages, en la isla azorina de Terceira, porque quería también implicar en el nuevo eje atlántico al país vecino que gobierna Durao Barroso.

Sin ocultar su satisfacción por el documento "Solidaridad Trasatlántica", al que se ha invitado a sumarse a Francia y Alemania cuando pase esta crisis de Iraq, el Ejecutivo español intentaba en la madrugada de hoy, en el avión de vuelta, no sacar de contexto ese texto hablando de un nuevo orden.

Aznar sí que hizo hincapié en la conferencia de prensa en "inviar" a sumarse a países amigos, como Francia y Alemania, cuando pase toda la crisis internacional desatada a propósito de Iraq.