Durante la sesión de control al Gobierno, Arenas trató de sorprender al diputado socialista mediante l lectura de un párrafo aprobado por un "organismo internacional" que reconocía este año la existencia de armas de destrucción masiva en el país de Sadam Husein.

"Cito literalmente: que la misión debe lograr el desarme total de las armas de destrucción masiva, químicas y bacteriológicas. El párrafo es de la Internacional Socialista. Sea coherente y diga, señor Caldera, que las armas de destrucción masiva es una invención de la ONU y de la Internacional Socialista", dijo.

El párrafo en cuestión perenece a una resolución de la Internacional Socialista sobre Iraq, a la que ha tenido acceso Servimedia, aprobada en Roma durante su reunión del 21 de enero de 2003. En ella se exigía a Sadam Husein el desarme completo, aunque también se rechaza el uso de la fuerza para conseguirlo.

Arenas señaló que hasta tres resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -en concreto las 1284, 1441 y 1483- defendían la existencia de armas de destrucción masiva en el país de Sadam Husein, con las que se mat a miles de kurdos en el norte de Iraq.

El portavoz del PSOE, Jesús Caldera, preguntó al Ejecutivo "dónde están las pruebas irrefutables" de que había armas de destrucción masiva en Iraq, cuando seis meses después del final de la intervención militar, todavía no han aparecido y hay informes de organismos oficiales que incluso lo niegan.

Caldera exigió al Ejecutivo que pida "disculpas" por la inexistencia de armas de destrucción masiva en Iraq y reclamó que, al menos, pidan una investigación indepndiente sobre la muerte del cámara español José Couso cuando se cumplen seis meses de su muerte.

El portavoz de Exteriores de CiU, Ignaci Guardans, advirtió al Gobierno de que "no es prudente el puro seguidismo" a la política exterior de Estados Unidos y tachó de "lamentable" que el presidente del Gobierno, José María Aznar, anteponga su amistad con George W. Bush al interés general, hasta el punto de desearle públicamente que gane las próximas elecciones norteamericanas.

Por su parte, Arenas aseuró que "no hay ningún problema" en que un primer ministro manifieste una opinión política e incluso participe en procesos electorales de otros países y desechó las críticas a Aznar porque "cada vez es más respetado" en todo el mundo.