En declaraciones a Servimedia, Iranzo explicó que tras la anterior bajada, la concertada entre el BCE y la Reserva Federal estadounidense, se mantuvo demasiado elevado el diferencial entre los tipos de ambas orillas del Atlántico.

En ese momento, los tipos de la zona euro pasaron del 4,25% al 3,75% y los estadounidenses del 2,25% al 1,75%.

Por ello, para Iranzo es conveniente pensar en nuevas bajadas y "más si se tiene en cuenta que la inflación se está moderando como consecuencia del hundimiento del precio del petróleo".

El único problema, advirtió, es la fuerte devaluación que está sufriendo actualmente el euro frente al dólar, aunque restó importancia a este hecho al considerar que la moneda europea sigue estando algo sobrevalorada.

En cuanto a la magnitud del nuevo recorte de tipos, Iranzo consideró "aceptable" que sea de medio punto, con lo que se situaría en el 3,25%, "un nivel que no desincentiva ninguna inversión siempre que tenga la más mínima viabilidad".