Los sindicatos se unen a la Resolución de Naciones Unidas de septiembre de 2001 que la Asamblea General de la ONU aprobó para involucrar a los gobiernos en la promoción de la paz, razón de ser de la ONU y mandato de la Carta fundacional de las Naciones Unidas.

UGT y CCOO denunciaron que "EE.UU. quiere arrastrar a la comunidad internacional a una guerra sobre Irak, que de hacerse efectiva agravará la explosiva situación de Oriente Medio".

Del mismo modo, rechazaron "las resiones de aquellos que desean la guerra y pretenden identificar la oposición a ésta con "una actitud pusilánime frente al terrorismo o la ingenuidad ante el régimen dictatorial que gobierna en Irak".

El movimiento sindical español también lamenta la "actuación de Blair, Berlusconi y Aznar", y a éste último le acusa de olvidar "de repente" sus recientes responsabilidades como presidente rotativo de la UE al alinearse "incondicionalmente a la estela del señor Bush".

Asimismo, apostaron por "el copromiso y la voluntad política" para contribuir a generar, tanto en nuestro país como en Europa, un movimiento por la paz y solidario con "los trabajadores árabes y americanos y con todos los pueblos de la tierra".