Es práctica habitual que los militares británicos se compren parte de su equipo antes de ir a la guerra, adquiriendo cosas como estufas de gas, sacos para dormir o botas.

El pasado mes de noviembre, una revista contabilizó chaquetas, botas y mochilas entre los items más solicitados. Según esta publicación, un 55% de soldados y un 42% de oficiales estaban comprando equipo extra.

El equipo estándar crea a veces problemas. Después de unas maniobras el año pasado en Oman se comprobó que abía pocos uniformes adecuados para luchar en el desierto y que las botas se fundían a los 45 grados centígrados.