En una nota, Rouco Varela afirma que "sólo el Espíritu Santo puede inspirar las mentes de quienes gobiernan las naciones y mover su corazón para que logren solucionar los conflictos de acuerdo con la dignidad humana", y añade que "la paz en la Tierra, suprema aspiración de toda la humanidad, es un don de Dios".

Además, el arzobispo de Madrid se une al llamamiento que a hecho el Papa Juan Pablo II al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede de un "no rotundo a la guerra".

Según Rouco Varela, con la vigilia del domingo, "reunidos para escuchar la palabra de Dios y celebrar la Eucaristía, queremos dejarnos transformar por el Espíritu Santo: que borre en nuestros corazones cuanto pueda poner en peligro la paz y nos convierta a todos en testigos de la verdad, de la justicia y del amor fraterno; que haga de nosotros instrumentos de paz".