Caldera considera que en casos como este "se debe aplicar la misma vara de medir" a todos los grupos, porque "ese tipo de incidentes perjudican mucho la imagen de los represetantes de la soberanía popular".

Los socialistas creen que los insultos pronunciados contra Zapatero, durante el pleno que trataba sobre la postura del Gobierno español respecto a una posible guerra en Irak, "no deben figurar en el diario de sesiones" y pidió a la presidenta del Congreso que "extreme la diligencia a la hora de identificar a quienes así se comportan", de manera que sean "inmediatamente requeridos" para que retiren sus expresiones.

En caso de que los diputados responsables se reiteen en su actitud, deberán "ser expulsados" del Hemiciclo, una decisión que debe ser consecuencia directa de la tarea arbitral que desempeña la presidencia.

Por el momento, el Grupo Socialista no piensa emprender otras acciones para esclarecer los ocurrido ayer durante el pleno. En todo caso, Caldera pidió a Rudi que actúe "con la máxima ecuanimidad posible para que las sesiones se desarrollen bajo los criterios de respeto que deben ser normales en una democracia".

A su jucio, lo ocurrido ayer fue"bochornoso", porque las expresiones "proferidas" desde los bancos del PP "no las admite ningún español, y descalifican a quienes las pronuncian".