La coordinadora, que rechaza radicalmente una guerra contra Irak, ha criticado a los gobiernos que, tras promover un conflicto armado, a continuación acuden a ayudar a las poblaciones damnificadas.

"La posición del Gobierno de apoyo incondicional a EE.UU., que dirige y enarbola una eventual guerra contra el Gobierno de Irak, dificulta que las organizaciones puedan actuar bajo los principios de independencia e imparcialidad que deben guir cualquier situación de ayuda humanitaria", según la coordinadora.

No obstante, esta recomendación no significa que la CONGDE no apoye a todas las organizaciones que decidan asistir a las poblaciones damnificadas y financiar proyectos de ayuda humanitaria. La única condición que ponen, es que no sea con fondos del Gobierno.

En su opinión, en ningún caso la actuación militar se puede legitimar con la ayuda posterior, "lo que serviría de coartada ante la opinión pública". La coordinadora advierte e que un conflicto armado de estas características provocaría una cantidad "innumerable" de muertos y heridos entre la población civil y más de 600.000 refugiados.