Guardans explicó que sería "un grave error" separase de la postura común de la Unión Europea en este asunto, si es que ese consenso se logra, y añadió que el papel de España es trabajar en favor de ese consenso. "La actuación de Aznar en nada contribuye a ese objetivo".

Además, expresó la oposición frontal de CiU a cualquier actuación que no esté respaldada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

"Incluso con ese respaldo, todavía el riesgo de la intervención es mayor de los que, aparentemente, se pretenden evitar. Las consecuencias de ua guerra en la zona serían nefastas, tanto para la población civil como para la paz futura".

Guardans aseguró, finalmente, que la vía diplomática por la que abogaba hace una semana la ministra de Exteriores, Ana Palacio, "no está aún agotada, a pesar de que Aznar la contradiga".