En el trascurso de la protesta, siete de ellos, metidos en bolsas mortuarias, han simulado ser las víctimas mortales que se producirían en caso de un ataque militar a Irak. Otros dos activistas se encaramaron a la marquesina de entrada a la sede desplegando una pancarta en la que se lía "No a la guerra".

Los responsables de la campaña de Desarme y Energía de Greenpeace se reunieron poco después con la coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP, Ana Mato, para exponerle la postura de la ONG en el conflicto de Irak.

En este encuentro, Greenpeace trasladó al PP su petición de que se posicione claramente en el Congreso de los Diputados por una solución al conflicto que excluya cualquier tipo de ataque o intervención militar. También reclamó que inste al Gobierno a qu mantenga y defienda esa misma posición en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en los demás foros internacionales.

Por su parte, Ana Mato, respondió a los responsables de Greenpeace que "nosotros también estamos trabajando por la paz, compartimos el objetivo de la búsqueda de la paz con los miembros de la organización pacifista, pero buscamos la paz por caminos distintos, porque nos preocupa la amenaza que supone Sadam Hussein y buscamos un acuerdo en el marco de la ONU".

La dirigent popular añadió que el Gobierno "está dando todos los pasos necesarios para que haya paz y seguridad" y "trabaja día a día por llegar a un consenso con todos los países".

En este sentido, señaló que el Gobierno está apostando por una segunda resolución en el marco de la ONU, "y está haciendo un papel muy importante en la búsqueda de una solución pacífica que obligue al dictador iraquí a desarmarse".