En la nota, la Academia "asume la responsabilidad absoluta" del acto del pasado sábado. Reconoce que la directiva de decidió encargar la gala al grupo "Animalario", con el que, en todo momento durante "el proceso de gestación del evento, colaboró dándole la máxima libertad de creación, contrastando criteris y aportando comentarios para que el espectáculo nunca perdiera su objetivo final de ser una entrega de premios".

El texto asegura que "jamás se planteó, ni por parte del grupo ni por parte de la Academia, que la gala se convirtiera en un acto contra la guerra" en Irak.

El guión sobre el que se desarrolló la velada contenía buenas dosis de "ironía, reivindicaciones estrictamente profesionales y alguna referencia a la actualidad, perfectamente tolerable dentro de una sociedad democrática, como espor fortuna la nuestra".

La Academia puntualiza que, "en ningún caso, impedirá que sus miembros, como ciudadanos, se expresen libremente, porque la esencia de nuestro trabajo es la libertad misma". ex

Reconoce, no obstante, que la entrega de los premios Goya "no se diseñó ni este año ni nunca, para que sirviera de foro político, pero quisiéramos recordar que en ediciones anteriores, cuando la entrega de premios coincidió con un atentado terrorista, el presidente de la Academia mostró a todo el aís las palmas de sus manos pintadas de blanco. Y anteriormente, también se pidió la libertad de dos secuestrados. Esos también fueron actos libres, alegatos contra la violencia".

El mundo del cine "acepta las críticas" que ha generado la gala, pero "no puede tolerar que se aproveche lo ocurrido para cuestionar al cine español, la calidad de sus producciones y la profesionalidad de sus artistas".

Ademá agradece a los trabajadores de TVE su "esfuerzo y colaboración" en la retransmisión de este eveto el pasado sábado. La Academia rechaza las críticas vertidas sobre los profesionales de la televisión porque "el acuerdo contractual" entre ambos contempla sólo la "retransmisión de la gala", y por tanto "no sería justo que esos trabajadores asumieran una responsabilidad que sólo nos corresponde a nosotros".

Finalmente, la Academia asegura que pretende "transmitir serenidad y sensatez" en esteasunto y propone "pasar página y seguir trabajando". Los firmantes recuerdan que los cargos que desempeñan Mrisa Paredes, Antonio Chavarrías y Joaquín Oristrell, así como los restantes miembros de la Junta Directiva, "están, como siempre, a disposición de la Academia y sólo de ella".