En un estudio realizado entre cerca de 700 mujeres de mediana edad con dolor de pecho, los investigadores buscaron nexos entre factores de riesgo cardiaco, como alta presión sanguínea, obesidad o tabaquismo, y expresiones de ira, depresión y hostilidad.

Según los hallazgos de los ivestigadores, las mujeres con graves depresiones eran tres veces más propensas a fumar en comparación a las mujeres con depresiones más leves. Además, las mujeres que presentaban índices más altos de hostilidad tenían también los niveles más altos de colesterol LDL (malo). El aumento de la angustia psicológica estaba considerablemente unida a los factores físicos de riesgo de enfermedades cardíacas y arterosclerosis.

Estos hallazgos, según los investigadores, están en consonancia con los de otros estuios que relacionaban los factores psicológicos con el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. También pueden ayudar a explicar las altas tasas de complicaciones y muertes que se han registrado entre las mujeres angustiadas que sufren ataques al corazón.