Para el sindicato que lidera Cándido Méndez, los datos de la inflación "desacreditan mes a mes" al Ejecutivo de José María Aznar al que, además, acusan de provocar importantes pérdidas en el poder adquisitivo de los funcionarios y otros trabajadores al manteer su objetivo de IPC de un 2% para el final de este año.

UGT niega que los salarios estén provocando repuntes inflacionistas y recuerda al Gobierno que pedirá en la negociación colectiva una subida salarial del 4%, para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores.

Finalmente, denuncia que los sucesivos paquetes de medidas liberalizadoras del Gobierno "han sido completamente ineficaces" al no ser capaces de controlar la fijación de precios por parte de las empresas.