Añadió que una política salarial basada en estas premisas tiene las ventajas de que, además de permitir una ganancia del poder adquisitivo, favorece el consumo y propicia la creación de empleo.

UGT señaló además que, ante esta situación, las empresas deberían asumir su parte y responsabilizarse de moderar sus precios y de crear empleo estable. Por último, pide al Gobierno que tome medias para controlar las tensiones inflacionistas en determinados sectores.