La inflación interanual de noviembre sobre noviembre, que es la que se tiene en cuenta para calcular las subidas de las pensiones cada año, se sitúa por tanto en el 1,4%, siete décimas por debajo de lo que se calculó a comienzos del ejercicio.

Esta desviación a la baja en las previsiones supone para los pensionistas una ganancia de poder adquisitivo de siete décimas, es decir, una mejora de retribucines frente a lo que se esperaba de unos 56.000 millones de pesetas.

El pollo y el cerdo, entre los productos alimenticios, y el turismo, la hostelería y el transporte aéreo, en el resto de servicios, son los que más han contribuido a la bajada de precios de noviembre, mientras que el vestido y la energía figuran entre los más inflacionistas.

Por grupos, los alimentos se comportaron de forma moderada y bajaron un 0,3%, lo mismo que el transporte, mientras que el vestido aumentó en conjunto un 0,5% la vivienda un 0,4% y el menaje, la medicina y la cultura un 0,1%.

Un dato muy positivo es que la inflación subyacente, en la que no figuran aquellos componentes más volátiles, como los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se mantuvo congelada en noviembre, con lo que la acumulada del año se sitúa en el 2% y la interanual en el 2,2%.

En ninguna de las comunidades autónomas españolas los precios aumentaron en noviembre. En todas ellas, o bajaron o se mantuvieron estables.

Ente las que registraron descensos figuran Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria, Galicia, Madrid y Murcia, con una disminución del 0,1%; Castilla y León, Castilla-La Mancha, Valencia y La Rioja, con un -0,2%, y Baleares y Ceuta y Melilla, con un -0,4%. En Asturias, Extremadura, Navarra y Comunidad Vasca la inflación se mantuvo estable, con crecimiento cero.