A su juicio, el aumento de la inflación de un 0,4% en agosto se ha debido a "causas puntuales", entre las que citó las consecuenias de la apreciación del dólar en los precios de las gasolinas y los gasóleos, así como el aumento de los precios de la alimentación y servicios vinculados al turismo.

Montoro aseguró que una vez pasado el verano, "no hay motivos para preocupación por la evolución de los precios en lo que resta de año". No obstante, apuntó que el Ejecutivo sigue "vigilante" con el comportamiento del IPC y que, por ello, trabaja en unos Presupuestos del Estado para 1998 austeros y en políticas de liberalización que pesiguen moderar la inflación.

El responsable de Economía del Gobierno se refirió a los precios de las gasolinas, y auguró que, después de la subida de mañana, se producirá una bajada en las próximas semanas.

Sin embargo, no quiso pronunciarse abiertamente sobre si el aumento de la inflación en agosto alejará las posibilidades de seguir bajando los tipos de interés, y se limitó a decir que "la bajada de los tipos de interés es una cuestión segura que se deriva del ingreso en la Unión Económica y Moetaria".