Montoro afirmó que los niveles actuales de la inflación, con una tasa interanual del 2,2%, se sitúan en los máximos del año, pero recalcó que más adelante ese porcentaje se reconducirá hasta el objetivo oficial.

El repunte de la infación se ha debido, según explicó, a la subida de los precios del aceite de oliva y de los carburantes, a la Semana Santa y al "efecto escalón" que ha tenido la comparación de marzo de este año con el mismo mes de 1998, en el que el IPC tuvo un comportamiento excepcionalmente bueno.

No obstante, insistió en que el umbral del 2% en la inflación es compatible con el mantenimiento de un crecimiento económico sano y equilibrado, basado en el crecimiento de la demanda interna.

El secretario de Estado idió esfuerzos a toda la sociedad para reconducir la evolución de los precios. Dijo que el Gobierno se aplicará en cumplir los objetivos presupuestarios para reducir el déficit público, y que los agentes sociales deben mantener la moderación salarial y los empresarios la moderación de precios.

Montoro aludió, sin nombrarlo expresamente, al sector del turismo y la hostelería. Afirmó que sería una estrategia "equivocada" aprovechar el auge de la demanda interna para subir los precios, porque el crecimieto económico saldría perjudicado.

En cuanto al desarrollo de la negociación colectiva, solicitó a los agentes sociales que sigan tomando como referencia para sus peticiones el objetivo de inflación del 1,8%, puesto que insistió en que finalmente se cumplirá.

PLAN DE CHOQUE

Respecto a la aprobación del plan de choque contra la inflación, Cristóbal Montoro dijo que será examinado mañana en el Consejo de Ministros, aunque no aclaró si será o no aprobado.

Sobre el contenido de esta iniciativa,avanzó que, por una parte, habrá medidas de efecto inmediato y, por otra, se profundizará en la liberalización de la economía para introducir competencia en determinados sectores, lo que provocará el control de los precios.

El secretario de Estado recalcó que no habrá rebaja fiscal, puesto que ya se ha rebajado el IRPF. "No es pertinente seguir bajando impuestos", dijo.

No obstante, reconoció que "en algún ámbito muy especial" se podría producir una reducción de tributos, aunque buscando otro efeto económico distinto al control de la inflación.