"Los datos no son buenos. Se esperaba más", dijo Barea, quien explicó que en el mes de julio se pensaba que, con motivo de las rebajas, la inflación descendería bastante, pero no sólo la del mes, sino también la interanual, que se ha mantenido en el 3,4%.

En cuanto al comportamiento de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), Barea reconoció que el hecho de que haya bajado tres décimas el mes pasado "parece en principio bueo".

Según Barea, "el período de agosto y septiembre, que siempre son meses alcistas respecto a la cuestión de los precios, nos puede poner otra vez con una inflación interanual a finales de año cercana al 4%. Es posible que esté en el 3,8%-3,9%", aseguró.

Barea destacó que la subida del IPC es el principal problema que tiene la economía española, ya que está provocando una pérdida de competitividad frente a todos los países de la Unión Europea (UE), como demuestra el saldo de la balanza comercial

El profesor Barea estima que a finales de año el diferencial de inflación de España con los países de la zona del euro será de casi dos puntos.