José S.A. fue hallado por dos agentes de un coche patrulla hacia las ocho de la tarde del pasado martes, cuando transitaba por la Avenida César Augusto de la capital aragonesa.

El pequeño llevaba en su tobillo izquierdo una argolla de metal, unida a una cadena de dos metros de longitud, acabada en tres ruesos candados, que ocultaba parcialmente en una bolsa de plástico que sostenía en una mano.

En el momento en el que los policías preguntaban al niño por la causa de su curiosa apariencia, hizo acto de presencia la madre del pequeño, quien aseguró que había atado a su hijo con la cadena a una de las camas de su domicilio, para evitar que se fugara de la casa, como al parecer tenía por costumbre, para cometer pequeños delitos.

Sin embargo, y siempre según el relato de la madre, José S. consiguió esprenderse la cadena y sus candados de la cama y huir, por lo que ella había salido a buscarle por los alrededores de su domicilio, situado no muy lejos de donde fue encontrado.

Una vez en las dependencias policiales, los padres de José S.A. explicaron que, durante el último año, habían interpuesto numerosas denuncias por las frecuentes huídas del pequeño, al tiempo que solicitaron la mediación de alguna institución que se hiciese cargo del niño, dado que el matrimonio, que tiene otros tres hijos, caece de recursos económicos después de que el padre, de origen portugués, se quedase sin su trabajo en una empresa de limpieza hace ya varios años.