M.C.S.B., natural y vecina de Sevilla, gestaba un feto de 19 semanas, cuando, y según fuentes facultativos, se disponía a interrumpir su embarazo acogiéndose a uno de los supuestos legales recogidos en la legislación.

El avanzado estado de gestación impidió, según algunos familiares, que el aborto se le practicara en un centro público, porlo que decidió acudir a la clínica El Sur de Torremolinos.

Pese a que el juzgado está a la espera de recibir las conclusiones de la autopsia realizada al cadáver, los médicos estiman que el proceso que desembocó en la muerte de la joven fue debido a la reacción de algún medicamento suministrado a la paciente antes de la intervención.

Según fuentes de el Hospital Clínico Universitario de Málaga, la joven ingresó el pasado lunes, en un estado de coma arreactivo, siéndolo suministrada ventilación meánica. M.C.S.B. fue internada en las salas de Vigilancia Intensiva. Sin embargo, el estado comatoso fue irreversible y murió el pasado martes.

Tras el fallecimiento, los médicos forenses practicaron el aborto, comprobando también que el feto estaba muerto, hecho que podría haber provocado el aborto terapéutico.