Este sistema ha sido denominado "mapa de conectividad" por sus creadores, porque muestra los vínculos entre los fármacos y las enfermedades.

Para desarrollar este dispositivo, los investigadores han analizado los genes que pueden verse afectados por las acciones de un fármaco concreto, para describir la actuación de ese principio activo en una determinada enfermedad.

Después compararon los niveles de actividad de los genesde un paciente, con los de una persona sana, obteniendo así lo que denominaron una "firma genómica" de cada enfermedad. Estas firmas se utilizaron para realizar búsquedas en una base de datos que detallaba los efectos de 1.400 fármacos aprobados por las autoridades sanitarias.

Según Justin Lamb, que ha liderado el estudio, publicado por la revista científica "Science", una vez que dispongan de la "firma genómica" de todos los fármacos existentes, los médicos podrán realizar búsquedas que les permitan encontrar el medicamento más adecuado para el tratamiento de las enfermedades más complejas.

Un proyecto piloto, que ha utilizado un "mapa de conectividad" preliminar, ya ha encontrado un fármaco que podría ser eficaz para tratar a pacientes con una forma de leucemia que no respondía a los fármacos empleados hasta ahora.