Rodríguez explicó que las gafas dan soporte a dos pequeñas microcámaras, que van adosadas a las patillas, capaces de medir las distancias que separan al invidente de todos los objetos que tiene enfrente.

Añadió que a través de un sistema de auriculares los ciegos percibirán sonidos "como si vinieran de los objetos que el sistema de visión ha encontrado".

El ingeniero del IAC afirmó que estás gafas podrían sustituir el bastón de los ciegos, aunqe precisó que "todavía queda mucho trabajo por hacer".

"En cierto modo", precisó, "este artilugío, en vez de ser un bastón largo, sería como muchos bastones que tocan en todos sitios a la vez". Agregó que estas gafas proporcionarán al invidente una información más amplia que la que recibe a través del bastón.

Los científicos del IAC y de la Universidad de la Laguna pidieron la colaboración de la ONCE para contar con las diez personas ciegas que han experimentado con las gafas.

Rodríguez señaó que, "a vuela pluma", estas gafas podrían costar en el mercado unas 150.000 pesetas, siempre que se fabriquen grandes series.

El proyecto, en el que se ha invertido más de 60 millones de pesetas durante tres años, ha contado con la financiación del IAC, la Universidad de La Laguna, el Gobierno de Canarias, la Unión Europea, el Imserso y la ONCE.