Rodríguez Zapatero subrayó que la Constitución ha sido y sigue siendo un instrumento útil de convivencia, pero debe ser reformada en cuatro asuntos muy concretos para adaptarla a los cambios surgidos en sus 25 años de vida.

En primer lugar, para modificar, sin alterar las previsiones que afectan al Príncipe de Asturias, la regulación del orden de sucesión a la Corona, para adaptarla al principio de no discriminaciónde la mujer, consagrado con carácter general por la propia Constitución.

Las otras tres reformas serán para convertir el Senado en una auténtica cámara de representación territorial, incluir la denominación oficial de las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas como parte esencial del Estado, y para incorporar una referencia a la próxima Constitución de la Unión Europea.

Estas reformas serán analizadas por el Consejo de Estado, cuyo nuevo presidente, de reconocido prestigio y "probaa independencia", será nombrado en los próximos días por el nuevo Gobierno.

También dijo que la reforma de los estatutos de autonomía es una "opción por vivir dentro de ellos", y siempre se aprobarán respetando la Constitución y con un amplio consenso.