Consciente de la repercusión de los acontecimientos en Euskadi, Aznar ha querido abrir el Debate de Investidura con un discurso repartido por escrito a los medios de comunicación, en el que, a modo de introducción, advierte de que no negociará la ruptura del consenso constitucional de 1978.

"Es inaceptable que el marco jurídico y político que arroja tal balance de adhesión esté siendo objeto de una estrategia de uptura que pretende desbordar espacios de acuerdo tan laboriosamente construidos", dijo Aznar, después de subrayar que los ciudadanos vascos han demostrado en las elecciones que el Estatuto es un "sólido punto de encuentro para la convivencia en paz y en libertad".

"Quienes se declaren demócratas han de ser coherentes con sus principios, abandonando cualquier estrategia que confirme a los terroristas en la idea de que el uso de la violencia, o la mera amenaza, son instrumentos útiles para alcanzar susobjetivos políticos", añadió en una clara referencia a los siete diputados del PNV sentados frente a la tribuna de oradores.

Tras esta defensa de la Carta Magna como marco de convivencia vigente, Aznar ha pasado página y se ha centrado en las líneas maestras de lo que va a hacer en los próximos cuatro años que no van a ser, ha dicho, mera continuación de lo hecho en los pasados cuatro años.

NUEVA ETAPA

"Comienza una nueva etapa política", ha dicho el candidato a presidente, después de recordar ue los ciudadanos han "renovado ampliamente" la confianza en el PP. De hecho, su investidura va a estar respaldada por los 183 parlamentarios populares, más los quince de CiU y los cuatro de Coalición Canaria.

Aznar sostiene que lo expuesto hoy es un programa "para toda la legislatura". Una legislatura que piensa agotar, según ha repetido en diversas ocasiones cuando se le ha preguntado por las incertidumbres que genera su compromiso de no volver a ser candidato a la Presidencia del Gobierno en el 200.

Un programa, prosiguió, que estará basado en el diálogo que ha propuesto al resto de formaciones políticas en temas tan importantes como la reforma de la Justicia (aunque no ha entrado en detalles sobre la polémica forma de elección de los vocales del Poder Judicial), financiación autonómica, reforma de las leyes Electoral General (para evitar mociones de censura continas a los acaldes), financiación de partidos o de televisiones públicas.

Aznar va a someter al parlamento, "inmediatamente" de qe se constituya al Gobierno, la ratificación del Tribunal Penal Internacional (TPI) por parte de España y reforma de la Ley Procesal Civil, y de la Ley de Arbitraje.

Asegura también que asume más control del Ejecutivo por parte del Parlamento y eso se plasmará en la reforma de los reglamentos del Congreso y el Senado. No obstante, Aznar ha defendido, en el caso del Senado, la "plena validez" de la actual Constitución, es decir, que no apoyaría una reforma de la Carta Magna para adaptar la Cámara Alta l esquema territorial autonómico.

TIRAR DEL IRPF CATALAN

En materia de financiación autonómica, el candidato popular, que ya no depende de los votos de CiU para ser investido, como ocurría en 1996, ha advertido a Jordi Pujol de que "todo gobernante -y todo ciudadano- debe saber que la responsabilidad de financiar los gastos adicionales de cada Administración debe depender de sus propios recursos, y recaer sobre sus propias bases fiscales".

Es decir, que si la Generalitat de Cataluña quiere más ngresos para financiar la deuda de 1,6 billones ya no podrá recurrir a un pacto con el Ejecutivo a cambio de apoyo sino que tendrá que asumir una subida fiscal a cargo del tramo autonómico del IRPF.

Aznar es partidario de que la renovación del sistema de financiación autonómica, para el quinquenio 2002-2007, debe tener "vocación de permanencia" porque el crecimiento del gasto en las comunidades está creciendo "a mayor ritmo" que el del conjunto del Estado.

Por otro lado, el candidato del PP ha annciado que va a crear un Ministerio de Ciencia y Tecnología, que se va a ocupar de todo lo relacionado con el I+D y el tradicional atraso científico español.