Esta línea dura en Interior es evidente en otra manifestación de un alto cargo de la policía, que apunta a que "Ahora es el momento. ¡Hay que hacerlo ya!...Antes no se hizo porque se oponía Corcuera!", en referencia a la posible extradición.

Además, otro alto funcionario del ministerio del Interior, en declaraciones a "El Mundo", ha afirmado que "junto a todas las iniciatias políticas es necesaro de ETA sepa que la estrategia principal es la de la mano dura".

En apoyo a Asunción, el ministerio de Justicia tendría preparado un plan para acusar a "Antxón" de pertenencia a banda terrorista y justificar así su regreso a España, ya que el dirigente etarra no tiene actualmente ninguna causa pendiente con la justicia española.

Por otra parte, el propio Antoni Asunción prohibió a finales del pasado año al secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y al secretari de Organización del PSOE, José María Benegas, participar en una reunión con tres dirigentes de Herri Batasuna.

VERA TOMA LA INICIATIVA

La reunión, solicitada el 30 de noviembre por los dirigentes "abertzales" Karmelo Landa, Rafael Díez de Usabiaga y José Luis Elkoro, fue bendecida por Vera, al parecer sin conocimiento previo de Asunción, quien le citó en su despacho 24 horas antes del encuentro con los miembros de HB para decirle que no fuera.

Landa, Díez de Usabiaga y Elkoro se habían presentdo a Rafael Vera como "intermediarios" nombrados por ETA para unificar las vías de comunicación del Gobierno del Estado con la banda terrorista.

La celebración del encuestro fue gestionada personalmente por el propio Rafael Vera, que se dirigió a varios dirigentes de los colectivos de Euskadi como "Elkarri" y "Gernika Gogoratuz".

Este fracaso de Vera ha supuesto prácticamente el cierre de cualquier diálogo directo con el entorno de ETA y la apertura de la nueva estrategia "dura" de Asunción. Tambén ha provocado la ruptura casi definitiva entre el ministro y el secretario de Estado para la Seguridad.

Fuentes cercanas al equipo de Vera señalaron que la oposición de Asunción al encuentro no es sólo consecuencia de un endurecimiento de la estrategia del Gobierno hacia los terroristas, sino además un intento de frenar el protagonismo del guerrista José María Benegas, secretario de Organización del PSOE, que acompañaría a Vera en la fracasada reunión.

Los oficialistas del PSOE querían colocarJosé Ramón Jáuregui por delante de Benegas, para cegar a éste. Por ello se precipitó el "proyecto Onaindía", que consistía a buscar el diálogo con ETA a través de los socialistas de Euskadi, de los que Jáuregui es secretario.