Los tres policías destinados en distintos puestos en San Sebastián son agentes de la escala básica y cuentan con varios años de servicio en el País Vasco.

Hace poco más de dos meses, las autoridades policiales les comunicaron a los interesados y a sus familias que figuraban como posibles objetivos de ETA en documentos incautados al desarticulado 'comando Vizcaya'.

Desde ese momento, los funcionaros solicitaron al ministerio un traslado de destino que les fue denegado por saturación en las plantillas en las que habían solicitado plaza.

Estos tres funcionarios adoptan desde entonces medidas básicas de seguridad como la inspección de los bajos de sus vehículos, el traslado a su centro de trabajo por diferentes caminos e incluso duermen fuera de su domicilio.

Según fuentes sindicales, la tensión nerviosa a la que están sometidos estos policías les ha originado problemas familiares y de saludque han hecho a Interior reconsiderar su negativa a conceder el traslado. En la actualidad ese departamento estudia una nueva oferta para estos funcionarios.