El acuerdo fue rubricado por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y por el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de de Navarra, Javier Caballero, quienes destacaron la colaboración entre ambas administraciones para diseñar el proyecto de este centro penitenciario.

La nueva instalación estará situada en la misma ciudad de Pamplona, en concreto en el polígono Agustinos de la capital navarra. La futura prisión contará con 504 plazas, repartidas en 8 módulos residenciales y 2 destinados a jóvenes y mujeres, al tiempo que dispondrá de zonas de uso común, entre ellas talleres productivos, polideportivo, enfermería, módulo de régimen cerrado e ingresos.

Durante la rueda de prensa en la que se presentó el acuerdo, Alonso se felicitó de la disposición del Ejecutivo navarro en esta cuestión y destacó que la nueva prisión dispondrá de las "condiciones óptimas" para buscar la rehabilitación de los presos.

Por su parte, el consejero navarro se refirió a que la futura cárcel soluciona un "problema endémico" que tenía su comunidad, y destacó que el centro proyectado estará en Pamplona, lo que facilitará el fin de resocialización de los reclusos, algo que dijo debe ser el objetivo de la pena de privación de libertad.

Respecto al procedimiento de construcción de la cárcel, Interior explicó que el proyecto de ejecución y equipamiento correrá a cargo de la Sociedad Estatal Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, de manera que una vez que el centro se haya entregado y entre en funcionamiento, la antigua prisión de Pamplona pasará a manos del Ejecutivo navarro, que le dará el destino que considere oportuno.

En el documento rubricado hoy también se recoge la construcción de un Centro de Inserción Social destinado a internos en régimen abierto. El protocolo estará vigente hasta la recepción por parte de la Administración central las obras de construcción del centro.