De acuerdo con lo que establece el Reglamento de Ayudas y Resarcimientos a las Víctimas de Delitos de Terrorismo, aprobado el 18 de julio de 1997, todos los huérfanos de víctimas en atentado terroristas tienen derecho a un resarcimiento económico a cargo del Estado. Asimismo, tienen derecho a la tramitación de pensiones de orfandad, ayudas de estudios y ayudas psicológicas.

La Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo, que depende del Ministerio del Interior, ha decidido que en estecaso en particular, los huérfanos de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García perciban la cantidad económica máxima prevista para la pensión de orfandad, cuya cifra se establecerá en función de lo que cotizaron sus padres a la Seguridad Social en los últimos años.

De acuerdo con las fuentes informantes, la oficina ha mantenido contacto con la familia de los niños huérfanos desde el primer momento. Al respecto, está previsto que la próxima semana se desplace a Sevilla el responsable de la misma, Jos María Martínez, para conocer y evaluar la situación "in situ" en que quedan los menores y determinar la ayuda psicológica que puedan necesitar para superar el trauma de la muerte de sus padres.