El pasado 26 de octubre, Alfredo Porcal fue a un establecimiento de soportes informáticos, situado en el distrito de Universiad, y compró accesorios para un ordenador por importe de 1.265.000 pesetas.

Para hacer efectivo el pago, el cliente extendió un cheque y pidió al dependiente que no lo cobrase todavía, pues debía comprobar si las piezas servían para su equipo informático. El vendedor aceptó sus condiciones y embaló la compra en un paquete cuadrado.

Minutos antes de cierre, Porcal acudió de nuevo a la tienda y pidió que le fuera devuelto el cheque, ya que los equipos no le servían. A cambio del cheque, entregó al ependiente un paquete cuadrado perfectamente envuelto y precintado.

Cuando el empleado abrió el envoltorio encontró varios ladrillos, de un peso aproximado al de las piezas rechazadas. Policías de la comisaría de Universidad se hicieron cargo del caso.

Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, Alfredo Porcal, que carece de antecedentes policales, fue arrestado el lunes pasado en las inmediaciones de su domicilio, en la calle Fray Martín Porres, de Madrid.