En su opinión, no tiene sentido que todavía haya jóvenes condenados a una serie de penas o de sanciones por un tipo penal que dentro de unos meses va a desaparecer, ya que a partir de marzo del 2001 se producirán las últimas incorporaciones al servicio militar obligatorio.

Advirtió de que la ODS está constatando una importante resistencia en los jóvenes de la última promoción a incorporarse al servicio militar o a la prestación social, bien porque quieren ejercer la insumisión, bin porque tienen una serie de condicionantes familiares, económicos o laborales que se lo impiden.

"Muchos de estos jóvenes van a optar por no incorporse a la prestación social sustitutoria o al servicio militar, y por lo tanto van a caer en una situación en la que, con la ley en la mano, se les tendrán que abrir procesos judiciales por este motivo", puntualizó Castañón.

Por esta razón, añadió, "sería conveniente que se fuera pensando ya en la necesidad de poner en marcha alguna medida que atendiea globalmente a estas situaciones, como podría ser un indulto o una amnistía global o poner en marcha alguna medida de carácter político y legal que atendiera estas situaciones".