Los acusados son dos policías nacionales, Manuel Lorenzo, que acumulaba varios expedientes por indisciplina, y Xesús Vela, que estaba separado del servicio por problemas psíuicos y que en sus primeras declaraciones acusó a su compañero de la ejecución material, con una pistola, de las cuatro personas.

El 1 de febrero del año pasado aparecieron en la localidad de Priegue, Nigrán (Pontevedra), los cadáveres del industrial David Fernández Grande; su esposa, Pilar Sanromán; la hija de ambos, María del Pilar, y la empleada de hogar de la familia, Isabel Costas Piñeiro.

Los dos policías actuaron al parecer por motivos económicos. Entraron en la casa la noche anterior y reuvieron a toda la familia, incluidos los dos hijos menores del matrimonio, David y Pedro, de 23 y 15 años, con la esperanza de conseguir una fuerte suma de dinero.

Los dos acusados, ahora en la prisión de Logroño, retuvieron a la empleada de hogar desde que acudió a la casa a primeras horas de la mañana del 1 de febrero del 94, a la espera de que un empleado del empresario extorsionado llegara con el dinero acordado finalmente, unos veinte millones de pesetas.

Cuando los dos jóvenes superviviente pudieron pedir socorro, los dos policias se dieron a la fuga, no sin antes cometer el cuádruple asesinato. Fueron detenidos esa misma noche.

Si no hay alegaciones de las partes y la fase de calificación se desarrolla con normalidad, el juicio podría desarrollarse en los meses de marzo o abril, según fuentes de la Audiencia de Pontevedra.

Sin embargo, otras fuentes judiciales estiman más probable que no se celebre hasta junio o, incluso, después del verano, dada la dimensión y complejidad del sumrio.