Estas flotas pesqueras han solicitado, debido al deterioro que sufren los mencionados caladeros, el establecimieto de un paro biológico que permita la regeneración de especies. También exigen el pago de indemnizaciones por la paralización.

Aunque el amarre de pesqueros comenzó el jueves de la semana pasada, algunos armadores han decidido volver a faenar, ante la falta de respuestas de la Administración a sus demandas.

Sin embargo, otras embarcaciones siguen amarradas a puerto, por considerar sus propietarios que, a causa del agotamiento del Golfo de Cádiz, las pérdidas económicas serán mayores si trabajan ue si están parados.

Por otro lado, unos 700 pesqueros españoles, en su mayoría con base en puertos de Andalucía, permanecen a la espera de los resultados de las negociaciones entre la Comunidad Europea y Marruecos, ante la posibilidad de que decidan ampliar en 3 meses el actual convenio pesquero, que expira el 29 de febrero, con el fin de evitar el amarre de la flota comunitaria que faena en caladeros magrebíes.

La posibilidad de esta prórroga se ha conocido a los pocos días de que fracasaran la negociaciones entre la CE y Marruecos para la firma de un nuevo tratado.

Esta paralización de las conversaciones se ha debido, según fuentes del sector, a las duras exigencias del Gobierno marroquí: el establecimiento de un paro biológico de 3 meses y la reducción de la flota pesquera.

El Consejo de Ministros de la CE ha propuesto una nueva votación sobre este protocolo. De ser aprobado, la nueva ronda negociadora sobre el tratado de pesca podría comenzar el 25 de febrero, cuatro días antes de qe concluya el actual convenio.