Durante seis meses de guerra en la República de Bosnia-Herzegovina, cerca de 50.000 mujeres musulmanas, muchas de ellas menores de edad, han sido sometidas a abusos sexuales sistemáticos y tratos inhumanosen más de 200 campos de concentración de la antigua Yugoslavia, por parte de los soldados serbios. Como consecuencia, un elevado número de estas mujeres han quedado embarazadas.

Estos abusos han sido denunciados por los parlamentos de la Unión Europea Occidental (UEO) y por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

También las autoridades civiles musulmanas de la República de Bosnia-Herzegovina han condenado estas violaciones y han solicitado a sus líderes religiosos la autorización par que estas mujeres, violadas y ultrajadas, puedan abortar en los 120 días siguientes a la violación.

Por otra parte, la Convención de Ginebra considera estos actos vejatorios contra la mujer como verdaderos crímenes de guerra, juzgándolos y prohibiéndolos específicamente.

El Instituto de la Mujer quiere sumarse a esta petición de condena y de repulsa, para poner fin a las violaciones y conseguir cerrar los campos de concetración donde se cometen dichas aberraciones.