Según informó el IGME-CSIC este martes, se trata de un fosfato de aluminio que fue descubierto en el monte Ermelo de Pontevedra y que pasó a engrosar el listado de 40 minerales descubiertos en España a lo largo de la historia. En el mundo, existen más de 5.000 especies minerales aprobadas por la Asociación Internacional de Mineralogía (IMA), como lo fue éste.

Este es un hallazgo “muy relevante” porque son minerales poco comunes. En este caso, se comprobó que el fosfato no tenía dos moléculas de agua, como otros registrados. Así, es un material con “interés científico” porque hay muy “poca cantidad” de ello.

Así lo explicó el geólogo del IGME-CSIC y uno de los autores de los estudios definitivos sobre la muestra Ramón Jiménez Martínez. Además, el investigador de Mineralogía y Petrología de la Universidad Complutense de Madrid José González del Tánago también desarrolló los análisis finales del nuevo mineral.

El primer hallazgo de la ermeloíta tuvo lugar en 2015 por un grupo de personas aficionadas a la mineralogía, quienes recogieron una muestra en el monte gallego. Los primeros análisis de la muestra estuvieron a cargo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, quienes después ayudaron a su descripción y, tras estos, se hicieron los citados estudios definitivos.

Igualmente, desde el IGME-CSIC apuntaron que una vez hecha la ‘radiografía’ del mineral, es posible que se identifique en otros lugares. Además, el ejemplar tipo de la ermeloíta se conserva en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Santiago de Compostela y la muestra de ensayo utilizada para su caracterización química cuantitativa se custodia en el Museo Geominero.