En declaraciones a Servimedia, el presidente de la organización de inspectores de Hacienda, José María Peláez, explicó que, tras la reforma, las rentas del trabajo sufrirán un trato "desfavorable".

Tal y como dice el informe de anteproyecto presentado por el Ejecutivo, todos los productos de ahorro pasarán a tener un tipo único del 18%, ya sea la retribución de depósitos bancarios, las ganancias de patrimonio o los dividendos.

En este sentido, Peláez subraya que, mientras que el IRPF seguirá basándose en un modelo progresivo, en el caso de la fiscalidad del ahorro se establece un modelo "cerrado" y "único".

"Este hecho nos lleva a plantearnos si esta reforma no estará incumpliendo alguno de los principios constitucionales que regulan todo el sistema tributario y que se basa, precisamente, en la progresividad de los impuestos", aseveró.

Además, el presidente de la organización de inspectores de Hacienda subrayó que esta "discriminación" afectaría también al área de control de estos impuestos.

"Cualquier incumplimiento de la renta del trabajo se detecta y corrige de forma relativamente sencilla, pero detectar el fraude de la fiscalidad del ahorro no resulta tan fácil de detectar y regularizar", denunció Peláez.