Insatisfacción y frustación de los sindicatos tras la entrevista ----------------------------------------------------------------
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El presidente del Gobierno, Felipe González, afirmó hoy, al término de la reunión mantenida durante casi cinco horas con los líderes sindicales de UGT, Nicolás Redondo, y CCOO, Antonio Gutiérez, que el proyecto de ley sobre el recorte de las prestaciones al desempleo "está en vigor y tiene que seguir aplicándose".
Por su parte, Redondo y Gutiérrez, expresaron su insatisfacción al término de la entrevista por la imposibilidad de llegar a acuerdos sobre el "decretazo", y señalaron que, tras el verano, continuarán insistiendo en la necesidad de abrir una negociación sobre el sistema de protección al desempleo y de suprimir los recortes a los parados.
González se comprometió a crear una omisión que evalúe durante un año los efectos del denominado "decretazo" y, según el presidente del Gobierno, si estos efectos son negativos el Ejecutivo estará abierto a corregirlos y modificar los aspectos de la ley que correspondan.
Mientras González calificó la reunión de "interesante y razonable, aunque quizás excesivamente larga", los líderes sindicales señalaron que fue "fluida, pero insatisfactoria y frustrante", ya que ha sido imposible llegar a acuerdos sobre las principales reivindicacionesde la huelga general del 28-M.
En una rueda de prensa celebrada tras la entrevista, Felipe González insistió en que al Gobierno le interesa "seriamente" llegar a un clima de diálogo y acuerdos con los sindicatos, pero resaltó que estos acuerdos deben estar en coherencia con los objetivos marcados por el Ejecutivo para converger con Europa, ya que "si antepusiéramos los acuerdos estaríamos traicionando los intereses del país", añadió.
En cuanto al proyecto de ley de huelga, otro de los aspectos trtados en la entrevista, González insistió en que estando ya en trámite parlamentario sólo puede ser modificada a través de los grupos parlamentarios. Explicó que hay un margen para dialogar sobre esta materia con el Gobierno, pero que "las modificaciones tendrán que hacerlas los grupos parlamentarios".
Sobre la petición de los sindicatos de negociar el Plan de Convergencia del Gobierno, González accedió a dialogar sobre esta materia en el Consejo Económico y Social (CES), foro consultivo que debería hberse constituido antes del 18 de octubre del año pasado. El presidente del Gobierno insistió en que es necesario poner en marcha este organismo ya.
El presidente del Gobierno se mostró convencido de que ahora "hay más posibilidades de las que había antes para llegar a un mayor consenso sobre el Plan de Convergencia, a pesar de que los sindicatos digan que están en contra del decreto sobre empleo". Insistió en que el denominado "decretazo" escondición "sine qua non" para discutir otros temas.
Par el responsable del Gobierno, la política de rentas debería ocupar un papel destacado en el diálogo con los sindicatos sobre el Plan de Convergencia, pero matizó que antes de hablar de un pacto de rentas "hay que discutir cuales son las necesidades que plantea el programa de convergencia".
La apertura de una negociación global sobre política industrial ha sido la única de las reivindicaciones aceptada por el presidente del Gobierno, junto con la creación de una mesa negociadora para abordar la reformadel Inem y el compromiso de retomar las negociaciones sobre modalidades de contratación y formación profesional.
González se comprometió también con los sindicatos a impulsar la sustitución de las ordenanzas laborales por acuerdos entre empresarios y sindicatos y a no presionar con la amenaza de que si no se sustituyen se derogarán por decreto.
PAPEL DE LOS SINDICATOS
En cuanto a la actitud de los sindicatos y a la situación del movimiento sindical en España, González considera que en los sindiatos "se está produciendo una alguna reflexión en la dirección positiva de superar un clima de confrontación e ir hacia uno de diálogo".
El presidente del Gobierno manifestó que no se siente amenazado por una posible huelga general en octubre, medida que no ha sido descartado por los sindicatos. "No me sentí amenazado en la huelga general del 28-M y yo creo que existe una cierta voluntad ahora en los sindicatos de que esas situaciones no se repitan, pero sólo lo intuyo. Puede que en otoño nos depare l sorpresa contraria", dijo.
Para González, la huelga "debe ser un recurso último si se quiere consolidar seriamente una buena estrategia sindical". A su juicio, cuando se convierte en un instrumento utilizado habitualmente "se pone en cuestión la fortaleza y el rigor de la estrategia sindical".
En cuanto al papel actual de los sindicatos, González considera que "la estrategia sindical no está bien orientada". Insistió en que debe cambiar "y creo que empieza a cambiar, no sólo en el movimiento sinical español, ya que no es posible afrontar los desafíos desde la confrontación".
Explicó que en Europa el movimiento sindical que mejor resiste es no sólo el que tiente un entramado institucional de relaciones con el Gobierno sino los que tienen una práctica sindical muy importante, como los sindicatos alemanes, belgas y holandeses.
"Frente a ese movimiento sindical", dijo, "hay otros ejemplos que no citaré para no ofender a nadie que claramente han entrado en crisis". Agregó que "me preocupa qu uno de los mecanismos de articulación de la sociedad pudiera ponerse en crisis".
PROFUNDAS DIFERENCIAS
Por su parte, Gutiérrez y Redondo explicaron que la entrevista ha constatado las profundas diferencias existentes entre el Gobierno y los sindicatos sobre el denominado "decretazo" e insistieron en que no es necesario crear una comisión que estudie los efectos de esta medida, ya que el recorte "habla por sí mismo".
Pese a estas discrepancias, el líder de CCOO señaló que "nos ha parecido más lgico no crear más confusión y expectación y dejar la petición de abrir una negociación sobre el sistema de protección al desempleo para después del verano".
Calificaron de "insuficientes" los compromisos del Gobierno en materia de ley de huelga, ya que, aunque reconocieron que el compromiso de González de negociar paralelamente a través de su grupo parlamentario y del ministro de Trabajo es "un pequeño paso", señalaron que "no se abre una negociación propiamente dicha".
Para Redondo, la reunión h acabado con "insatisfacción y casi frustración" y "no ha cubierto ni con mucho la pretensión de los sindicatos, ya que hay materias que son una incógnita y en otras, como el 'decretazo' no ha habido ningún acuerdo". El secretario general de UGT considera que "hay realmente una ruptura del diálogo social, porque yo creo que el Gobierno no cree en él".
Los líderes sindicales reconocieron que sigue habiendo grandes diferencias con el Ejecutivo y que "en septiemre seguiremos poniendo todo nuestro empeño n abrir las negociaciones no abiertas hoy". Gutiérrez aseguró que si el Gobierno incide en nuevas medidas negativas para los trabajadores "estudiaremos las respuestas del movimiento sindical, entre las que no descartamos ninguna".
En cuanto a un posible pacto de rentas, Redondo señaló que "no estamos muy predispuestos a tratar la política de rentas. Para ir a una negociación sobre esta materia el Gobierno tendría que poner primero en orden la economía". Para Gutiérrez, proponer un pacto de rentas "no arece lógico si el Gobierno no cambia su actual política económica".
(SERVIMEDIA)
06 Jul 1992
NLV