Esta muestra reúne a empresas, organismos oficiales, y trabajadores extranjeros que viven en España, con el fin de promover la formación profesional de los trabajadores regularizados y su contratación dentro del mercado de trabajo.

La construcción y los servicios son las dos ramas de actividades en las que la contribución económica de la inmigración es más relevante.

Botella destacó, además, la importancia de los inmigrantes emprendedores, como lo refleja el hecho de que en la ciudad haya más de 800 restaurantes gestionados por extranjeros.

"La inmigración en la Ciudad de Madrid no ha afectado negativamente al empleo", subrayó, "todo lo contrario, ha sido claramente el soporte del notable desempeño de la actividad y el empleo observado en los últimos años".

La concejala explicó que desde el Ayuntamiento se está poniendo todo el empeño para que esto siga siendo así y "que las personas extranjeras que llegan a nuestra ciudad puedan encontrar un trabajo, mejorar su formación, acceder al autoempleo y emprender su propio negocio, en definitiva, para que puedan progresar y mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias".

A su juicio, no hay mejor política social y de integración que acceder a un empleo, "pero no es menos importante que los inmigrantes se relacionen y convivan con los vecinos de su municipio, que comprendan y sepan cómo servirse de las instituciones de nuestro país, que reciban, en fin, la información y el apoyo necesario para poder incorporarse activamente y con éxito a nuestra sociedad".