Este paso, un triunfo para el Movimiento Nacional para la Regularización de los Sin Papeles (MNRSP), tiene como contrapunto el endurecimiento de la vigilancia en las fronteras anunciado por el Gobierno.

Hasta el momento, Bélgica sólo regulaba la situación de unas 500 personas al año, cuando se estima que la población clandestina que habta en el país es de unas 70.000 personas. La operación que comienza hoy es el fruto de la lucha del MNRSP, que lanzó su primera plataforma de reivindicaciones hace 16 meses a raíz de la muerte de la joven nigeriana Semira Adamu, cuando se estaba procediendo a su expulsión.

Se trata de un éxito político, consecuencia de las largas y difíciles negociaciones en el seno del Gobierno entre los partidos de la coalición gubernamental, dirigida por el primer ministro liberal flamenco, Guy Verhofstadt, y formaa por el partido de los verdes Ecolo y los socialistas, frente a la reticencia de la extrema derecha flamenca encabezada por el partido nacionalista Vlaams Blok.

Los informes de los inmigrantes se remitirán a una comisión de regularización que emitirá una recomendación favorable o negativa. Sin embargo, la decisión final corresponde al Ministerio de Interior.

Por otra parte, el ministro del Interior, Antoine Duquesne, ha anunciado una mayor vigilancia en las fronteras para evitar que las mafias d personas aprovechen esta operación de legalización.