La Comandancia de la Guardia Civil de Madrid inició las investigaciones después de que un súbdito marroquí denunciará en Torrejón de Ardoz que dos de sus familiare habían sido secuestrados en Huelva y que le habían pedido 340.000 pesetas para liberarlos.

Con los datos aportados por el denunciante, los agentes del instituto armado establecieron un servicio de vigilancia en las inmediaciones de la Mezquita de la M-30, lugar donde presuntamente se realizaría el intercambio.

Los agentes de la Guardia Civil detectaron en esa zona un vehículo R-18, tipo ranchera, y comprobaron que sus cinco ocupantes eran los dos "secuestrados" y tres de sus captores.

Los gardias detuvieron a M.A., R.A. y S.T, por un presunto delito de detención ilegal y extorsión, y liberó a los dos marroquíes retenidos.

Tras la operación en Madrid, los agentes estudiaron la documentación que portaban los detenidos, a fin de averiguar el lugar concreto donde habían sido retenidos sus compatriotas. Estas pesquisas concluyeron con la detección de una dirección en la provincia de Huelva, en la que fueron detenidos M.A. y S.T., como presuntos colaboradores en la detención ilegal y extorsió de los ciudadanos marroquíes.

El "modus operandi" de la banda era el contacto con marroquíes que desearan venir a España, previo pago de 300.000 pesetas. Una vez en nuestro país, los magrebíes eran retenidos y obligados a dar información de familiares en España o Marruecos, a los que los captores solicitaban 300.000 o 400.000 pesetas para su liberación.