ETA

LA INMIGRACIÓN Y EL PRECIO DEL PETRÓLEO, LOS RIESGOS "MÁS DIRECTOS" A LOS QUE SE ENFRENTA ESPAÑA A LARGO PLAZO

MADRID
SERVIMEDIA

La inmigración y los cambios en el precio del petróleo son los riesgos "más directos" a los que se debe enfrentar España a largo plazo.

Esta es una de las conclusiones que recoge el Panorama Estratégico 2005/2006 que realizan el Instituto Español de Estudios Estratégico, dependiente del Ministerio de Defensa, y el Real Instituto Elcano.

El informe apunta que "ha llegado el momento de empezar a tratar a la madre naturaleza como un riesgo estratégico capaz de desestabilizar las condiciones de paz y la convivencia entre los países de una manera "similar o incluso peor" de lo que actualmente sucede con el terrorismo.

Los desastres naturales se están convirtiendo en un riesgo estratégico "más inminente y mucho más severo que en el pasado", debido a la globalización, el desarrollo demográfico y el cambio climático.

Además, el panorama estratégico recoge que "a corto plazo los riesgos potenciales provienen de casi todos los rincones del mundo"

Sin embargo, en concreto para España, "los riesgos estratégicos más directos a largo plazo" son provocados por la presión económica y la inestabilidad política que puede llegar a España de zonas (norte de África, Oriente Medio) a través de "la inmigración masiva (empujada por la pobreza y el cambio climático) y la volatilidad en el precio y suministro de energía (provocando la inestabilidad política e incluso por "guerras por recursos")".

Por estos motivos, el informe recomienda que la política de España (articulada en su espacio apropiado dentro de la Unión Europea) debe centrarse en mitigar los posibles impactos negativos de estos riesgos.

Apunta que se deben establecer planes de emergencia, tanto para reaccionar a nuevas pandemias como para lidiar con los efectos de desastres naturales y catástrofes humanas; una política energética basada en el objetivo primordial de diversificar la mezcla energética más allá de los hidrocarburos; y un programa de democratización y desarrollo económico tanto para África como para el mundo árabe-islámico.

MAGREB

El Panorama Estratégico también tiene un apartado para las necesarias relaciones que España, como país vecino, debe mantener con los países de la región del norte de África.

Hace un estudio sobre la situación de la zona y señala que "es difícil contemplar la región del Norte de África desde un punto de vista unitario", puesto que el proceso de integración regional, que según numerosos analistas sería la clave de la estabilidad y el despegue de la económía de la región, se encuentra "más paralizado que nunca".

Sin embargo, resalta que estos países tienen algunos rasgos en común. "El más llamativo" es el del compromiso de cada uno de aquellos gobierno en un proceso de reformas políticas y un acercamiento a Europa y los Estados Unidos, donde encuentran sus mercados naturales y buscan alianzas internacionales.

Un segundo rasgo común es el terrorismo, el riesgo "más grave del terrorismo", que ha golpeado con dureza en cada uno de los Estados magrebíes cuya represión sigue siendo utilizada como pretexto para retrasar la puesta en práctica de ciertas libertades básicas consustanciales a la democracia.

UNIÓN EUROPEA

En cuanto a la situación política de la Unión Europea, destaca que el año 2005 ha sido "un año de crisis sin paliativos", pero que hubiera podido acabar "peor si no se hubiera cerrado el acuerdo presupuestario para 2007-2013".

El año 2005, dice el informe, ha estado marcado por el "rechazo ciudadano a la Constitución Europea y el estancamiento económico en la eurozona". Por lo que las consecuencias son, desde luego, "preocupantes".

En esta línea, apunta que las tareas pendientes en la agenda europea permiten dudar de la capacidad actual de la Unión de satisfacerlas: restaurar la confianza de los ciudadano, relanzar la economía europea y renovar la credibilidad internacional de la Unión.

El Panorama Estratégico 2005/2006 parte de la premisa de que "en el mundo actual la mayor parte de los conflictos no se producen entre estados, sino dentro de los estados". A su juicio, esta característica marca la fisonomía de las operaciones en las que el objetivo final no es sólo terminar con la situación de enfrentamiento armado, sino también, crear las condiciones para el restablecimiento de las instituciones básicas.

(SERVIMEDIA)
15 Abr 2006
MML