La investigación de los hechos se inició después de que un ciudadano marroquí denunciara a la policía que había recibido una llamada en la que le comunicaban que tenían sucuestrado a su hermano que acaba de llegar a España en patera y que tenía que pagar 300.000 pesetas para su liberación. El pago debía hacecerse en efctivo o en cuenta bancaria de Marruecos.

Con los datos aportados por el denunciante, se montó un dispositivo policial en la estación de autobuses de Murcia, a fin de liberar a su hermano. Esta operación se saldó con la liberación del marroquí F.G. y la detención de los residentes legales Mustapha J. y Ykhalifra A., que le conducían al contacto previamente establecido.

Además, la policía registró, previa autorización judicial, dos domicilios en los que estuvo el ahora liberado, en Molina de Seguray Ribera de Molina. Estos registros se saldaron con la liberación de los marroquíes M.E.A y K.M. y la detención de los residentes Hassan E.Y.y Mohamed H. y los irregulares Fatna El Y., Yones B y Hafida K.

La mismas fuentes señalan que uno de los secuestrados ha relatado que los cinco días que han estado retenidos en la casa de Ribera de Mona sólo han comido pan y bebido agua.

Los secuestrados también han relatado que llegaron a España en patera y que otros compatriotas, generalmente residentes leales, se ofrecieron a trasladarles a Murcia. Una vez en esa región, los secuestradores les quitaron el dinero y pidieron rescate a sus familiares.