Los inmigrantes irregulares eran captados en Beni Mellal (Marruecos) y trasladados a Tánger. Desde allí embarcaban en patera hasta España y al avistar tierra se lanzaban al mar y alcanzaban la costa a nado.

Una vez en territorio español, los inmigrantes irregulares eran conducidos en vehículos particulares hasta tres pisos de Puebla de Don Fadrique. Los "ilegales" habían pagado en Tánger 250.000 pesetas por cruzar el Estreho y, una vez en la localidad granadina, los miembros de la organización retenían a los inmigrantes hasta que no pagasen 180.000 pesetas por trasladarles a un lugar seguro dentro de España.

Los secuestradores aumentaban la cifra si los inmigrantes se demoraban en el pago, que en ocasiones tenían que abonar en Marruecos sus familiares. Cuando los magrebíes no disponían de esas sumas de dinero, la organización les obligaba a ponerse en contacto, a través de teléfonos móviles, con sus familias en Marruecs y éstas ingresaban las cantidades fijadas en entidades bancarias marroquíes.

En la operación policial han sido intervenidos dos vehículos de gran cilindrada, en los que eran trasladados los inmigrantes desde la costa hasta las viviendas, así como importantes cantidades de dinero en moneda marroquí, teléfonos móviles y documentos varios.