Según la iniciativa de Saura, esta medida sería aplicable a todos los inmigrantes que puedan acreditar su estancia en España antes del 23 de enero de 2001, fecha de entrada en vigor de la nueva Ley de Extranjería.

En su propuesta, se indica que tendrán periso de trabajo y residencia todas aquellas personas mayores de 16 años que presenten oferta de empleo o hagan manifestación escrita de estarlo buscando.

Las demás tendrán permiso de residencia. Todos los solicitantes de permisos de residencia y trabajo que tengan una oferta de empleo recibirían, con arreglo a esta proposición no de ley, la autorización para su contratación laboral y su alta en la Seguridad Social.

Todo este proceso requeriría que las Oficinas de Extranjeros sean dotadas de personl suficiente para resolver las solicitudes en un plazo no superior a 3 meses.

Además, Saura propone ampliar las vías ordinarias de regularización para que todos los que tengan una oferta de empleo puedan legalizar su situación, para que sus familias obtengan tamibién permiso de trabajo y residencia y conceder la residencia por razones humanitarias a quienes no puedan solicitar permiso de residencia o empleo.

La solución de que los inmigrantes irregulares retornen a su país para allí esperar que ls lleguen nuevas ofertas de empleo, como está barajando el Gobierno, es "un castigo inmerecido para los inmigrantes y un perjuicio para nuestra economía", dice el diputado de IC en su argumentación.

Además, considera que la integración social se ve "seriamente dañada por los retrasos en su regularización". "Sólo la regularización inmediata de las personas que se hallan indocumentadas en España constituye una medida acorde con nuestros principios democráticos y humanitarios", concluye.